27 enero 2010

R3project Resumen 7: el Balcón


Nos encantan nuestros pequeños espacios al aire libre, aunque viviendo en el centro de Barcelona, no tenemos muchos. Disponemos de 3 balcones típicos del barrio Gótico de Barcelona. Estos oasis de luz nos ofrecen espacio suficiente para colocar unas cuantas plantas, un compostador y un tendedero.

No importa si tienes poco espacio, siempre hay posibilidades de cultivar tus propias hierbas, especies y hasta verduras! En el alfeizar de la ventana, en el balcón o en la terraza si no tienes un jardín. A nosotros nos gusta el Huerto Urbano Leopoldo, por su diseño y detalle práctico. Se puede utilizar tanto en interior como exterior, viene con ruedas y en diferentes tamaños, lo que le hace la alternativa perfecta a macetas típicas de cerámica, y encaja en espacios pequeños. Hemos conseguido cultivar desde perejil hasta albahacas, tomates cherry y pepinos, chilis o fresas...

Uno de los objetos más importantes del R3project es el compostador Can-O-Worms (lata de gusanos). Estamos aún asombrados de las miles de lombrices que habitan en nuestro balcón. Estos pequeños invertebrados transforman todos nuestros restos orgánicos de la cocina y de las plantas en compost. El compost y los lixiviados nos reportan fertilizantes naturales y gratuitos a la vez que hemos eliminado los malos olores en el cubo de la basura.

Hace más de un año y medio que instalamos el compostador y no tuvimos ninguna mala sorpresa. Gusanos y propietarios están felices. Te sorprendería saber cuanta materia orgánica producimos en la cocina desde que recibimos la caja de verduras ecológicas de recapte. Cada 3 o 4 meses, obtenemos unos 8 kilos de compost fresco. Puedes leer más sobre la instalación del Can-O-Worms (con vídeo) y nuestra primera cosecha de compost.

Los tendederos al aire libre son muy comunes en los patios de manzana de Barcelona, pero no tanto en Estados Unidos por ejemplo, donde en algunos sitios hasta lo prohiben . Los tendederos son la manera más ecológica de secar la ropa. No se gasta ninguna energía, ni maquinaría y la ropa acaba con un olor fresco y el sol elimina todo resto de bacterias.

Y, en los días soleados, sacamos al balcón el horno solar que fabricamos en un taller de la Fundació Terra y cocinamos unas galletas o plátano caliente con chocolate fundido…

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